¿Qué es el bloqueo facetario de la columna?

Las facetas son pequeñas articulaciones localizadas en la región posterior de la columna e influyen en los movimientos de flexión, extensión y rotación.  

La edad, el sobrepeso o los esfuerzos físicos pueden producir degeneración facetaria a modo de hipertrofia o artrosis. Esto provoca inflación local que conlleva rigidez y dolor. 

Con el bloqueo de facetas se puede mejorar la calidad de vida de los pacientes reduciendo el dolor a través de un procedimiento sencillo, seguro y ambulatorio: el bloqueo facetario. Este procedimiento se basa en administrar anestésico local y corticoides en la articulación facetaria guiado por un equipo de rayos X o ecógrafo. 

 ¿En qué consiste el bloqueo facetario de la columna?

El bloqueo facetario es una técnica poco dolorosa que consiste en la introducción de la medicación en las pequeñas articulaciones de la columna vertebral, denominadas facetas.  

Primero el especialista emplea agujas dirigidas con radioscopia o ecografía para localizar el lugar de inyección y, a continuación, se realizan las inyecciones con corticoides y anestésicos en las facetas articulares para abordar dolores de carácter mecánico. Se usa anestesia local y añadimos un corticosteroide para que la duración sea mayor. 

¿Para qué patologías se emplea el bloqueo de facetas?

El bloqueo facetario es una técnica indicada para pacientes con dolor lumbar dependiente de las articulaciones posteriores.

En caso de comprobarse que las articulaciones facetarias son el origen del dolor, el bloqueo con anestésicos y corticoides supone un tratamiento adecuado para aliviar el dolor por un periodo de tiempo prolongado.  

Por tanto, el bloqueo facetario otorga la oportunidad de disminuir las consecuencias de la artrosis en las articulaciones facetarias en la espalda, ya sea dolor lumbar o espasmos musculares. 

 ¿Qué fármacos se emplean en el bloqueo facetario de la columna? 

Los medicamentos a infiltrar en el bloqueo facetario pueden ser de dos tipos: 

  • Los corticoides son parte de un conjunto de fármacos que tienen el poder de disminuir notablemente los procesos inflamatorios del cuerpo, reduciendo el estímulo inmunológico en esa zona. 
  • Por su parte, los anestésicos son capaces de acudir hasta los nervios que transmiten los impulsos nerviosos del dolor para así neutralizarlos temporalmente y, por tanto, otorgar al paciente alivio inmediato del dolor. 

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